Atender partos, entregar cartas, trabajar con siete alcaldes diferentes y la primera Feria Costumbrista de Niebla, son algunas las experiencias que en 40 años de trabajo municipal vivió Eduardo Luzzi.
Fue en 1978 cuando un joven Eduardo Luzzi, recién titulado de ingeniero en Construcción Civil en la Universidad Técnica del Estado, tuvo su primer acercamiento a la Municipalidad de Valdivia, siendo llamado a trabajar como secretario técnico de la Dirección de Obras, emigrando luego a Santiago para desenvolverse en el mundo privado.
La costa, caminos, los partos y las cartas
Aquel paso por la región Metropolitana sólo fue una pausa en su carrera municipal, ya que como recuerda, fue llamado nuevamente para trabajar en Valdivia, esta vez como delegado de la Costa, función que desempeñó por casi siete años desde 1981, lo cual reconoce fue “un desafío grande”.
Sobre su retorno a la ciudad y al observar la realidad local, afirma que “acá era pura gente indígena, pobre, falta de recursos, aislada. Cuando yo llegué el camino alcanzaba solamente hasta Playa Rosada, hasta ahí había camino, ya que hasta Curiñanco había sólo una huella que no tenía ripio, era pura tierra. Así que empezamos a trabajar con cuadrillas, desde Torobayo hasta Pilolcura, haciendo el camino completo con la gente, el mismo camino que hoy está asfaltado”.
Asimismo, recuerda que cerca del año 83, Vialidad le facilitó una motoniveladora, un bulldozer y los operadores de estas máquinas, “con las que empezamos a trabajar el camino, mejorando el trazado, porque a pala y picota era más lento el trabajo”.
Pero más allá de ese tipo de trabajos, que correspondían a sus labores habituales, “Don Luzzi” -como le decían en la costa- recuerda algunas situaciones particulares que le tocó vivir -entre ellas- incluso atender partos.
“Me tocó atender partos, ya que si bien los carabineros tienen una mención sobre este tipo de labores, no contaban con vehículos para llegar a lugares complicados, con caminos de tierra, con barro o agua, entonces nosotros apoyábamos trasladando a mujeres embarazadas, a lugares como el Hogar de la Madre Campesina o el hospital en Valdivia”.
“Después era lindo ver el desarrollo de los chicos, cuando se implementó el octavo básico los trasladábamos al internado de Niebla, si eran buenos alumnos se iban a internados de Valdivia y seguían estudiando. Su vida ya no era solamente terminar trabajando en el mar o en la agricultura menor que había en la costa”.
Pero esas no fueron las únicas situaciones de las que tuvo que hacerse cargo, relatando que “yo fui agente ad honorem del correo, yo repartía las cartas, porque conocía a toda la gente, entonces yo pasaba al correo en la mañana a buscar la correspondencia, y llevaba las cartas a toda la costa, desde Torobayo”. A eso agrega que “cuando era el día de la madre yo iba a dejar los regalos de los hijos que vivían afuera, sabían que yo iba ir todos los 10 de mayo a dejarle las cosas a la gente”.
Para coronar sus funciones en la costa, recuerda que fue parte de la gestión para levantar la primera Feria Costumbrista de Niebla, y también, que como delegación fundaron la Décima Compañía de Bomberos, oportunidad en la que “les regalamos su primera vstimenta, que consistía en un traje de agua amarillo, un casco y un par de botas”.
Con la camiseta puesta
En las cuatro décadas que estuvo directamente vinculado al trabajo municipal, Eduardo Luzzi desempeñó diferentes labores durante ocho administraciones diferentes, con seis alcaldes y con la primera alcaldesa de Valdivia, Carla Amtmann, actualmente en el cargo.
Sobre aquello, relata que “ha sido muy fructífero, muy agradable. Uno trabajó con la gente de todos los lados, nunca hice diferencias. En esa línea, señala que “como uno decía antes se trabajaba con la camiseta puesta, no habían problemas para el trabajo, o sea no teníamos problemas de ayudar a la gente humilde, imagínate yo venía de un trabajo distinto, y llegar acá a la pobreza fue muy muy importante, para uno le cambió la vida, ver como la gente fue surgiendo, entonces te ayudó en muchas cosas, vocación, motivación”.
Balance
Haciendo un resumen de todas las tareas que desarrolló en el contexto de sus labores, este ahora ex funcionario cree haber aportado “con un grano de arena a la ciudad” y agrega que “en todas las reuniones siempre apoyamos a la gente que venía con proyectos para Valdivia, estuvimos involucrados en la construcción del puente cruces que hizo la Dirección de Vialidad, después hicimos la pavimentación de Picarte, de Pedro Aguirre cerda, aumentamos las calles de Valdivia, mejoramos el plan maestro de aguas lluvias, todos estábamos involucrados, los colegas de los otros servicios públicos, sea Vialidad, el Serviu, todos apoyábamos, era una unidad por el desarrollo de la ciudad”.
Como toda historia, la de Eduardo Luzzi como funcionario activo llegó a su fin. Esto ocurrió cuando le correspondía el retiro, mientras se desempeñaba como Secretario Municipal, en diciembre de 2021. Una situación que si bien lo aleja del trabajo diario, toma con cariño, “porque yo casi vengo todos los días a dar vueltas, como siempre le digo a los colegas, a mi no me echaron, yo me fui”, dejando como mensaje que la clave “es trabajar con unidad para hacer bien las cosas”.